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jueves, 25 de septiembre de 2008

El gato ninja

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¿Quién no ha jugado alguna vez a pies quietos?

lunes, 22 de septiembre de 2008

Disrtubed: Land of confusion

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Me tope con este video por casualidad (como casi todo lo interesante que encuentro, jeje) y me gusto mucho el video y la música, asique os lo pongo:

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Cómo debería de haber acabado el SdlA...

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Siguiendo con la temática hobbit, no puedo resistirme a subir esto que me encontré buscando la canción de La compañía del Anillo de Blind Guardian (otro día os la pondré xD). Disfrutad:





Pero qué razón tienen...

viernes, 12 de septiembre de 2008

Confesiones del "otro hobbit que estuvo alli"

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Pobre Tappy... que sea reconocido, por favor... XD

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sueño de muerte

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La sangre corría por el bosque, empapando las hojas mojadas por la perenne lluvia y caídas de los árboles, y dirigiéndose en rápida bajada hasta juntarse con las frías aguas del arroyo.
Un cuerpo inerte la derramaba por oleadas, bombeando una nueva catarata con cada uno de los latidos imperceptibles de su apuñalado corazón.
Estaba sentado mientras su cuerpo dejaba escapar su vida, su conciencia separada ya, vagando por dimensiones apenas soñadas por mentes menos capaces.
El espíritu de la naturaleza había sido asesinada. Un doloroso filo mortal se había introducido, silencioso cual reptil, en su cuerpo y fue tomando posiciones inexorablemente hasta alcanzar el centro de su ser. Entonces el ser supo que moriría, lentamente.
No era la herida lo que le dolía, ni quién la había hecho, alguien en quien el ser había confiado. Esa herida no lo mataría, no físicamente, pero había alcanzado sus sentimientos, matándolos uno a uno.
El ser ya no podía sentir. Notaba la sangre resbalar por su piel, pero no la sensación de la pérdida. Notaba la lluvia que le empapaba el cuerpo, pero no la nostalgia del olor a mojado. Ni siquiera podía sentir ira o frustación por su asesina. Sólo podía sentir Nada.
Por eso, muerto ya, dejó escapar su conciencia de las ataduras carnales, y se dedicó a soñar. Allí era él otra vez, en todas sus facetas, y podía volver a sentir. Sin embargo, en todos sus vagabundeos, siempre había una sombra que le seguía. No sabía si era amistosa o no, sólo estaba ahí, y al ser le recordaba a alguien. En sus paseos oníricos, la sombra cada vez tenía un aspecto distinto; unas veces era un amigo de épocas ya olvidadas, otras un enemigo acérrimo, y otras simplemente una presencia, algo que estaba allí sin estar, como parte del mobiliario inventado por entes superiores para dar coherencia a su conciencia, al núcleo de su ser...
Y de pronto se dio cuenta. No había dejado de sentir, sólo estaba ocultándolo, relegándolo al más profundo agujero de su subsconsciente. Quiso averiguar qué había sucedido. Caminó despacio hasta el borde y miró. Allí, al fondo en la oscuridad de su corazón, estaba la sombra.
Era ella, su asesina, rodeada de un ejército de sueños incompletos, promesas incumplidas y deseos inconclusos. La miró fijamente, y preguntó:
-¿Por qué?
Ella no respondió, y sólo señaló su propio corazón. allí vio el ser una herida profunda y sangrante, infectada y supurante, como la suya. Asquedado, retrocedió, pero no pudo evitar volver y mirar de nuevo aquel negro centro de dolor.
-¿Quién? -preguntó.
La sombra extendió un apéndice y le señaló. La jauría de sueños y deseos comenzaron a aullar su culpabilidad. El ser volvió a retroceder, negando el hecho, pero la manada empezó a salir por el agujero, desbordándolo y arrastrando a la sombra con ellos.
-¡Alto! - gritó, y extendió sus brazos al frente para detenerlos.
Entonces la sombra habló al fin:
-"Dijiste que eramos uno, que mi corazón era tuyo y tu corazón era mio"
El ser bajó la mirada y pudo ver su propio oscuro y putrefacto corazón. Entonces pudo comprender que él era su propio asesino. Abrió los ojos y la vió frente a él. Tan hermosa como siempre, rodeada de los árboles mojados. La sangre coagulada ya no manaba, pero aún llenaba el lugar, denotando la herida reciente. La miró mientras ella derramaba sus lágrimas, incapaz de moverse para consolarla.
El viento aún gritaba el eco de su voz entre los árboles:
-"Se acabó..."
Y entonces el ser sintió, y lloró amargamente por la vida perdida...


sábado, 6 de septiembre de 2008